miércoles, 8 de febrero de 2012

La vida



Lo había esperado toda la vida. Estrella le creyó convencida cuando le dijo que volvería, tan solo sería un año embarcado y después pasarían el resto de su vida juntos. Era una decisión para salir del paso y hacer frente a la crisis. Más adelante todo se arreglaría y encontraría otro trabajo. Ella lo amaba, le recordaba a aquel galán de la película "Un tranvía llamado deseo", también duro y parco en palabras.  Al principio, le leía a su hijo las cartas y postales del mundo que recorría su padre. Después, nada, ausencia. Había desaparecido del mapa cuyo recorrido trazaban cada noche. Su rastro se perdió en Hong Kong. No regresó al barco. Ahora, en la distancia de los años transcurridos, se preguntaba si no hubiese sido mejor amar la vida por sí misma, por lo que representa y ofrece, sin estar esperando, siempre insatisfecha, una quimera, un amor, como aquel que la abandonó  y que ya no tenía tiempo de alcanzar.

8 comentarios:

  1. Vaya, seguimos rizando el rizo. Construimos una historia, a partir de uno de los múltiples personajes de película que todos conservamos en la retina.
    Me parece bello y bien narrado. Me gusta, Malén. Solo añadiría una coma detrás de transcurridos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Correcto, premio!! Gracias, se había quedado traspapelada.

      Eliminar
  2. Hermosa reflexión a la que nos conduce tu relato, Malén. Parafraseando a Semprún: El cine o la vida... Aunque si hacemos caso a Truffaut, "quien ama el cine ama la vida" Me ha gustado mucho!!! Esa pregunta que se plantea tu personaje: "si no hubiese sido mejor amar la vida por sí misma"... Muy hermoso, sí señor.

    ResponderEliminar
  3. Toda una vida esperando, el relato impoluto y por supuesto me ha gustado mucho.

    ResponderEliminar
  4. Nostalgia de la vida que es "eso que sucede mientras hacemos planes". Muy bueno, Maga.

    ResponderEliminar
  5. Es lo que tiene salir con guapos. Más vale amar la vida.

    ResponderEliminar
  6. De acuerdo con Fernando, más vale amar la vida. Precioso relato Malén.

    ResponderEliminar
  7. Bonita historia Malén, como no somos adivinos, no sabemos si nuestras decisiones has sido las correctas, es el futuro quien responde.

    ResponderEliminar