viernes, 25 de mayo de 2012

COSAS QUE ME CABREAN MUCHO Y QUE NUNCA OS DIJE PORQUE SONÓ EL TELÉFONO: ERA YOLANDA...

La prueba del 9 para divisiones y multiplicaciones
...Era Yolanda asegurándome que el 1 ya no era primo. Me llevé un disgusto tremendo. Me dio la dirección de un blog –bitácora le llama ella- para que lo viera con mis propios ojos y que, en caso de no creérmelo, me tirara de cabeza, sin desvestirme, en la piscina de la wikipedia y que buceara. No me apetecía con la amenaza de gota fría que rondaba por el Benicadell, así que tomé el camino fácil de los crédulos... pero me jodió tanto que no volví a comprar ningún cupón de los ciegos que acabara con ese número.
Otra cosa que también me cabrea es que los números cardinales, aplicados a personas, cuando llegan al X, pasan a ser ordinales. ¿Por qué no se puede decir Benedicto décimo? Está claro que no se refiere a ninguna lotería. Mi teoría es que a partir de ese número empiezan los problemas lingüísticos... la ambigüedad de si es undécimo, onceavo, decimoprimero –incorrecto este último-.
No me gusta ya esa manía que tenían los futuristas de bautizar todos, bueno, en realidad la mayoría, de sus manifiestos el undécimo día del mes. Desde lo de las Torres Gemelas, ya no me parece tan gracioso.
Tampoco soporto que la división del tiempo sea sexagesimal. Como hace tiempo que el espacio y el tiempo están unidos por la velocidad, me molesta sobremanera que uno tenga un patrón decimal y el otro no. En realidad, para seros sincero, es porque no me gustan los hexágonos –al duplicarlo aparece el dodecágono invisible de la esfera de los relojes-, prefiero los pentágonos.
Ni que decir tiene de la división del año en doce meses, ni de estos en 30, 31, 28 ó 29 días. Claro que lo del mes bisiesto es comprensible pero ¿por qué tiene que ser en febrero? ¡Todos los meses de 30 y para pasar de mes, uno extra... festivo, claro; y para cambiar de año... otro más! Algo así pretendió Bonaparte a principios del XIX.
Ahora bien, lo que ya me resulta insufrible e insoportable es que se confundan los números con las cantidades. Un número es un nombre que no significa nada si detrás no tiene un apellido, es decir, si no se le asocia algo físico, o metafísico, incluso psicofísico. Esto lo digo porque el primer año del segundo milenio, no es el año 2000, sino el año 2001.
No crean que estoy mal de la cabeza... que estoy peor, porque si me pongo a hablar de los números imaginarios acabo nervioso y con temblores en las manos. O del número π, del número e, del número de oro... hasta que llego al fabuloso enigma de LA PRUEBA DEL 9; ¡entonces me calmo! (Ay señor, que a gusto me he quedado).

11 comentarios:

  1. Pues menos mal, Eufrasio, si a tu prota le calma, que siga con los enigmas numéricos. Muy divertido!!

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  2. Muy bueno, Eufra, menudo problemón existencial tienes con cietrtos números, jejeje. Me gusta tu forma de filosofar y el preguntarse el por qué sobre alguno de ellos.

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  3. Qué bueno!! Me ha gustado mucho...en cantidades exactas no sabría decirte... en tanto por ciento o sin decimales... o en fracciones... :)

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  4. Jajajaja....me quito el sombrero, Eufrasio. Me gusta muchísimo el fino humor que destila el texto, el juego con las palabras y sus varios significados:

    "Benedicto décimo? Está claro que no se refiere a ninguna lotería" ...jajajaja.

    El ritmo no decae en ningún momento.

    ¡Buenísimo! ¡Muy entretenido!

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  5. Carmen, esos números ni los menciones, que me excito.
    Bromas aparte, gracias a todos por vuestros comentarios, en particular a los de Geli, tan cariñosos y constructivos.

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  6. Sí, señor, comprendo perfectamente los problemas numéricos del protagonista. A mí siempre me han agobiado tanto que hace tiempo que borré los números de mi vida. Bueno, casi todos. Me ha encantado tu relato.

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  7. Si la Yolanda que te llama soy yo, no creo que que mi llamada fuera para hablarte de números: no me gustan nada.
    Genial tu relato, destila ingenio y es muy divertido.
    Enhorabuena, ya sabes si te llamo será para hablar de otras cosas, jajaja, si es de primos serán de esos que nada tienen que ver con los números.
    :)

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  8. Muy bueno, Eufrasio. Tienes un sentido del humor muy especial que me encanta. Yo debría escribir también algo sobre los números. A mi todos me ponen nerviosa por igual. Creo que la culpa fue de mi profesora de matemáticas del cole. Eran mejores las profes de letras, por eso terminé odiando los números. Un abrazo.

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  9. Eufrasio es genial. A mí los números siemrpre me han mareado, jaja

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  10. Bravo Eufrasio, por momentos tu incontinencia numérica me ha recordado al mejor Jardiel Poncela.

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