lunes, 14 de enero de 2013

El reflejo





Cuando se miraba en el espejo no le gustaba lo que veía,  le costaba reconocerse en aquella imagen. No podía aceptar el transcurso del tiempo. No quería parecerse a la persona a quien se le descolgaba el mentón y que cada día tenía las mejillas más caídas. Había probado todas las cremas y tratamientos sencillos sin éxito. Aquel día le dio por hacer carusas y al poco ya se increpaba:
-¡Que no me gustas! Te quiero tersa y sonriente.
Entonces fue cuando la imagen, disgustada con la cotidiana retahíla, le replicó:
-¡Pues si crees que a mí me encandila estar aquí adentro, vas lista! Al menos tú sales y entras, te mueves y observas, habitas la vida. Te propongo que cambiemos nuestros roles a ver cómo te sientes.
Y dicho y hecho. Alicia aceptó.
 La imagen salió y nunca regresó a mirarse en el espejo.

5 comentarios: