martes, 26 de junio de 2012

Jugar a “gua”

  
Les acecho, les sigo la estela como buen sabueso, no extravío detalle de sus movimientos, miro, observo, lo escribo todo en un pequeño cuaderno de tapas duras y una goma que ciñe las hojas cuando quiero… Me confundo entre los juncos del lago, el mismo lago que se refleja en los cristales de la ventanilla del ten, que diariamente lleva a María hasta la ciudad y  Matías la conduce hasta él.
María es mi deseo infantil, Matías es mi amigo siempre… los tres hemos cuajado en el mismo lugar, a orillas del mismo lago… Las gruesas trenzas de María eran mi asidero a la provocación y Matías, no decía nada porque sabía que ella, en parte era mía…Asentía y sonreía cuando en la plaza se nos antojaba jugar a “gua”… recuerdo que ellos no hablaban, se miraban de reojo…
Y ahora, sufro todos los días del mismo ritual: Matías prendido de la cintura de María, el paseo hasta la estación, la llegada del tren… Ella, de puntillas, volcada siempre en la misma ventanilla, extiende tanto los brazos que tengo la sensación de que en cualquier momento, van a rozar mi mejilla, pero no, solo sostienen con firmeza sus manos, como si fuera la última despedida… y yo, me quedo agazapado, anotando a lapicero el lenguaje de sus cuerpos, de sus miradas… día a día asiento, pero no sonrío…

12 comentarios:

  1. Mer, tu relato me da miedoooooooooooooo..... No quiero saber la continuación, ya me la imagino, jijijijiji.

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  2. En una historia de amor de tres miembros, uno siempre sufre. Muy lograda Mer

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  3. Como dice Fina... siempre hay un perdedor en una relación a tres. Desgarradoras palabras en ese cuaderno. ¡Felicidades!

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  4. Precioso el relato Mer, me ha gustado mucho.

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  5. Pues sí, muy bien, introduces el elemento del que no sonríe, acecha y toma nota y me pasa como a Wis, que me da un poco de miedo el personaje... Me gusta la nota descriptiva del lago, yo por ej. ni me había dado cuenta. Has sabido hacer un cambio de tema de manera total, no es la despedida sino el observador. Felicidades!!

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  6. Bella e inquietante historia. Necesita una pequeña revisión ortográfica que nadie ha visto porque deslumbra. Fíjate en esta frase:
    "van ha rozar mi mejilla"
    Y veo algo raro en ese "que" de esta:
    " del tren, que, diariamente lleva a María hasta la ciudad"
    Yo desplazaría la coma
    " del tren que, diariamente, lleva a María hasta la ciudad" Es solo mi opinión.

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    1. Muchas gracias Lucrecia, tienes toda la razón... y mil perdones a todas por esa "h" tan muda e insípida que se coló entre mis dedos en silencio para acompañar a un infinitivo. Mil disculpas!!!
      También veo el tema de la coma... gracias... la verdad es que esta foto me ha resultado difícil de mirar...
      Un beso.

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  7. Gracias a todas, este chico es el típico "somarda". Palabra que se utiliza mucho en mi tierra... La verdad es que sus actos a partir de ahora son impredecibles, que cada uno continúe la historia según le apetezca...
    Un beso a todas y gracias por vuestra generosidad.

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    1. Somarda, jajajajjaa. Yo creo que no es un somarda. Pienso que tu prota es un asesino en serioooo

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    2. Hola Ana... que acabe matando a alguien, es probable... pero, en el fondo está enamorauuuuuuuuu!!!
      Un abrazo gordo.

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  8. Mer, el relato resulta muy inquietante. Ese tono de suspense le da un sabor muy especial al micro. Me gusta.

    Échale una ojeada a esta frase a partir de la conjunción:

    "lleva a María hasta la ciudad y Matías la conduce hasta él."

    Desde mi punto de vista queda un poco forzada; y podrías prescindir de ella, puesto que más adelante ya explicas que Matías acompaña a María a la estación.

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  9. Muchas gracias Geli... lo voy a mirar... Un beso

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