miércoles, 13 de junio de 2012

EL ORIGEN DEL MUNDO

El retrato había sido encargado hacía cien días y en la fecha estipulada, recogido, pagado y traído a palacio por un sirviente de suma confianza.
     Su nuevo dueño ordenó colgarlo en la sala preparada en exclusiva para él: una habitación sin ventanas, con suelo de lutita y paredes tapizadas de velludo negro; un único punto de luz cenital tamizada por una fina celosía de tracería de ébano se filtraba hasta dos metros justos delante del cuadro, para rebotar en un círculo de alabastro presidido por un Chesterfield blanco desde donde se iluminaba... el origen del mundo.
No era un simple santuario de Onán, se trataba de El Santuario... el lugar donde todas las crisis de Estado serían superadas, donde todas las intrigas de palacio se disiparían, donde el tiempo y el espacio dejarían de tener valor, donde la mirada de Alá sería cómplice. Nada en absoluto debía –de hecho ni podía- distraer la atención del motivo central del cuadro, ni tan siquiera la propia modelo... desmembrada, decapitada, desprovista de cualquier protagonismo, presente y ausente a la vez, anónima.
Allí dentro sólo las horas serían sus únicas compañeras... las horas y la luz. La misma luz tamizada del sol que dibujaría sobre la desnudez de su piel mefítica y corrompida tatuajes efímeros que disimularan, al menos mientras estuviese frente al cuadro, el verdadero aspecto de su cuerpo. Ese enorme trozo de carne que arrastraba y del que, durante la edad vigorosa, abusara tanto –como también hiciera con tantos otros trozos de carne-.
Ahora, sólo abusaría del suyo, no necesitaba más. Tan solo fijar la mirada sobre el cuadro... y leerlo.

11 comentarios:

  1. Descripciones bien detalladas que logran que el lector se posicione también frente al cuadro.¡Muy bien!

    Échale una ojeada a estas observaciones. ¿Vale?

    "Su nuevo dueño" (Omitiría "nuevo" puesto que el dueño del cuadro fue quien lo encargó. ¿no?)
    "y en la fecha estipulada"
    "velludo negro; un único punto de luz cenital tamizada por una fina celosía de tracería de ébano se filtraba" (con esta puntuación, haces una breve pausa y omites un "que". Mira a ver cómo te suena así ¿de acuerdo?)

    Logras que el lector quede hipnotizado con la lectura de tu relato, como el protagonista frente al cuadro.

    ResponderEliminar
  2. Cierto Geli, eso debe ser defecto profesional: hasta que el cliente no paga, el dueño es el artista.
    No entiendo la objeción/recomendación de "en la fecha estipulada".
    Corregido lo último.
    Espero tus aclaraciones, gracias, como siempre, por tu esfuerzo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Los deteminantes posesivos en español se utilizan para indicar posesión o relación con una persona, animal o cosa, por eso opino que es mejor utilizar el artículo en esta ocasión, puesto que se hace referencia al encargo que es algo inmaterial.

      Eliminar
    2. Entendido ya. Lo corrijo ya. Muchas gracias, Geli.

      Eliminar
  3. Brutal!! Qué imaginación!! Y el final..., sin palabras!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me ha impresionado tanto la foto del cuadro como el micro. Me parece muy íntimo, primario y a la vez muy inquietante.

      Eliminar
  4. Un relato sublime Eu. Me quito el sombrero

    ResponderEliminar
  5. Es tan bueno, que he fijado mi mirada en tu relato y no dejo de... leerlo.

    ResponderEliminar
  6. Estupendas descripciones, Eufrasio, sobre un cuadro tan realista que, si no entiendo mal, ¿su dueña es la modelo? Ufff, esto de ausentarse tanto trae consecuencias ....

    ResponderEliminar
  7. Muy buen relato Eufrasio. Muy técnico, si me lo permites pero muy en tu línea que es, al fín y al cabo, lo que al leerlos, sin ver tu firma, sepamos de quién es.

    ResponderEliminar
  8. Gracias a todos por vuestros comentarios. Este relato era muy importante para mí. Encantado, como ya me dijo Amparo, que no os haya dejado indiferente. Un abrazo a tod@s

    ResponderEliminar