jueves, 12 de abril de 2012

MI GLUTAMATO


Me enamoré de tu voz. Al oír como pronunciabas “glutamato monosódico” me descoloqué, mis esquemas se deshicieron como gránulos liofilizados y te di un cuerpo, una cara, unas manos que removían incesantes la olla. Me gustabas como eras, tremendamente preocupado por la salud del prójimo.  En “buscadas y consumidas” -ya no pude más-, me imaginaba que me estabas comiendo enterita a mí, y  yo me deshacía como la sopa. Quiero ser tu aditivo pernicioso y que seas tú quien prepare mis manjares el resto de mis días. No me importan los dolores de cabeza, ni la diarrea, ni la sudoración excesiva,  ni la taquicardia, si estás tú conmigo. Sé que parecerá una extravagancia, pero el amor es así, se salta las barreras y lo socialmente correcto. Anhelaba tanto conocerte, que me puse en contacto con el autor del vídeo para que me dijera quién eras. El resto os lo podéis imaginar sin mi ayuda. 

9 comentarios:

  1. No tenía ni idea de a quién pertenecía el texto mientras lo leía. Me has sorprendido gratamente, Maga. Excelente micro con una buena dosis de humor que también es muy bueno para la salud. Felicidades.

    ResponderEliminar
  2. Vaya, vaya, qué sorpresa de relato!!! jajaja. "Quiero ser tu aditivo pernicioso" me ha encantado. Creo que a partir de ya voy a intentar ligar ccomo tú, jeje.

    ResponderEliminar
  3. Jajajaja, "glutamato monosódico" curiosa expresión para enamorar, pero -¿cómo no?-, posible. No pensé tampoco que pudiera ser tuyo este texto. Muy bueno.

    ResponderEliminar
  4. Escuchad la voz, escuchadla bien y veréis que cadencia, qué tono, qué modulacicón y aspereza...

    ResponderEliminar
  5. Jaja!! Un nuevo registro, Mag...¡Me ha encantado!

    ResponderEliminar
  6. Divertido relato, donde la imaginación se pone de manifiesto. Muy bueno Malén

    ResponderEliminar
  7. Malén Al decir glutamato monosódico se abre y se cierra la boca ni más ni menos que nueve veces. Tu si que sabes.

    ResponderEliminar