lunes, 24 de septiembre de 2012

Un ramillete de muguet



Cada tarde pasaba a mi lado a  la misma hora, se dirigía hacia Saint Sulpice, línea seis, siempre seria y triste. Parecía la mujer más apenada del mundo. Jamás la vi sonreír; por eso aquel día tomé un ramillete de la pequeña floristería donde trabajaba y salí tras ella, sin pensármelo dos veces. Se sorprendió cuando me acerqué al banco donde aguardaba y se lo ofrecí, negaba rotundamente con la cabeza, al final lo tomó entre sus manos. Un ligero atisbo de sonrisa me transformó en el hombre más feliz del universo. Ahora ya sé que estudiaré húngaro con todas mis fuerzas.

12 comentarios:

  1. Un enamorado de la tristeza que emana de la protagonista y de ese amago de sonrisa. Queda la esperanza... Me gusta, Maga. Un abrazo.

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  2. ¡Qué bonito, Maga! Dan ganas de suspirar...

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  3. Nada como encontrar la motivación para hacer algo. Muy bonito.

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  4. Es etéreo, volátil y muy hermoso el mensaje.

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  5. Un canto a la esperanza, al poder del amor como motor de los cambios. Una gran verdad.

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  6. El amor puede hasta con la barrera del idioma!!! Precioso relato!

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  7. Con esa última frase abres automáticamente todo un relato en la mente de cada uno de los lectores. Eso se llama "sabiduría literaria" y me gusta muchísimo. Un abrazo amgia.

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  8. Malén, has conseguido con un micro, escribir una novela. Genial.

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  9. Dejas la puerta abierta para que cada lector siga la historia como quiera. Precioso Malén

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  10. Un gran caballero tu protagonista. Muy original, Malén.

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