lunes, 17 de septiembre de 2012

Un largo lamento





Se desconocía su origen, si era hechicera, bruja o hada, pero toda la gente de la aldea sabía de sus correrías nocturnas. Cada día  la veían caminar por el bosque con su larga capa y su farolillo, siempre  a la misma hora y entonando una vieja canción. Los niños la temían, su aparición les helaba el aliento. Contaban y contaban historias de ella, algunas  perversas, y eso que jamás se había demostrado que hiciera daño a criatura alguna. Al caminar resonaban las campanillas que ceñían sus pies y  que acompañaban el largo lamento que salía de su boca. Buscaba el anillo perdido, el que correspondía a sus tobilleras. Era su ajuar de novia, incompleto hasta que no lo encontrara. Según la tradición no podía casarse sin tenerlo. Fue un descuido imperdonable para todos. Ella, por el contrario, se sentía liberada y feliz. La luz de las luciérnagas siempre la acompañaba.

10 comentarios:

  1. Qué cuento tan bonito, Malén!. Muy imaginativo.

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  2. Una historia hemosa con matices melancólicos. Muy chulo.

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  3. Bonita historia Malén, aunque. ¿Se sentía liberada y completa?¿Acaso no era su deseo llegar a casarse? Esta parte de la historia no la entiendo muy bien.

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    1. Ella ya estaba feliz como estaba, eran los demás, sus familiares los que querían casarla, ella se saltaba la tradición a pesar de fingir sus lamentos. Tal vez perdió el anillo a propósito y por eso nunca lo encontraba.

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  4. Muy bello, Maga. Sí seguro que escondió ese anillo.

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  5. Has envuelto el micro con un halo de misterio que estimula la imaginación del niño que fui.

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  6. Me gusta mucho el tono tan intimista del relato.

    Cambiaría el adjetivo "completa" del final, que está muy cerca de incompleto unas frases más arriba.
    ¡Buen trabajo, Malén!

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