sábado, 28 de abril de 2012

UN PARAJE ESPECIAL



“¡Que recuerdos!” - pienso con nostalgia, al contemplar tal belleza-. Nos acomodamos en un tronco seco. Inhalo con intensidad el aire fresco al tiempo que me abotono el cuello del abrigo y veo cómo mi hija Meri imita mis movimientos. Paso mi brazo por encima de sus pequeños hombros y le digo.
-La primera vez que conocí este sitio, me pareció algo mágico. Era una niña, como tú. -Sonrío al ver la expresión en su cara-. Acompañé a tu abuelo, al igual que él vino con su padre cuando era un niño, le relató la misma historia que tu abuelo me contó a mí y yo te voy a narrar a ti.

En el pueblo las personas fueron y son muy supersticiosas. Mi abuela fue una mujer con carácter, rebelde y aventurera para aquella época. Un día que sus padres viajaban a la ciudad, decidió averiguar qué había en este lugar que tanto rechazo causaba a la gente. Subió al lomo de su caballo y se dirigió a este hermoso emplazamiento.

Se sorprendió al ver tanta belleza. Estuvo durante una hora de pie sin poder moverse, no sé si por miedo o por la admiración del lugar, se relajó al comprobar que nada extraño ocurría, sentándose en un tronco como este.
Estaba contemplando el paisaje cuando, le dio la impresión que alguien la observaba y se giró asustada. Un joven, que ahora es mi abuelo miraba la estampa que ante él se encontraba. ¡Dios, cuanta belleza creaste!, -dijo en voz alta- y no se refería solo al paisaje.

Mi abuela no era supersticiosa pero..., había algo en este lugar que la atrapó. Cuando quedó embarazada de su primer hijo, tuvo un sueño en el que se le manifestó el nombre que le debía de poner. Hizo caso omiso y al poco tiempo el bebé murió sin motivo aparente. Cuando quedó en cinta por segunda vez, volvió a tener el mismo sueño: un escalofrío le  recorrió todo el cuerpo al recordar qué le había sucedido. Tanto mi padre como sus hermanos llevan los nombres obtenidos de una quimera.
Desde entonces, todos los años venimos a este lugar tan especial. Te atrapa tanto como bello es.

8 comentarios:

  1. Hola, Fina. Me gusta el fondo de esta historia, la forma en que los paisajes influyen en las personas, la forma en que te atrapan. Muy buena.
    Un comentario personal:
    ...cuando era niño y, le relató...
    ...se relajó y, se sentó...
    ...el mismo sueño y, un escalofrío...
    Creo que puedes eliminar las comas sin problema alguno y verás cómo las frases ganan más fluidez, amiga.

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  2. Bonito relato Fina.
    De acuerdo con las observaciones de Manuel.
    Creo que se te escapó un acento en "decidió averiguar qué había...".
    Cada vez escribes mejor, Fina. ¡Un abrazo!

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    1. Gracia Amparo. Los acentos me trae por la calle de la amargura

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  3. Estoy de acuerdo con las observaciones de mis compañeros. Además, vigila los signos de puntuación. Mira, la primera frase quedaría así:

    "¡Qué recuerdos!" -pienso

    Y sin embargo, a la primera frase del segundo párrafo, yo le quitaría los signos de admiración.

    "gentes" sin "s" (puedes decir personas, pero no "gentes")

    Échale una ojeada al cuarto párrafo "Se sorprendió cuando llegó...". Dale una vuelta, revísalo.

    Un joven, que ahora es mi abuelo, (¿Es su abuelo o el abuelo de su hija Meri?)

    Fina, sigue puliendo. Verás como queda más redondo. Un abrazo.

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    1. Gracias Geli por tus correpciones. Creo que mejoró

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  4. -tuvo un sueño, en el cual le manifestaba el nombre que le debía de asignar. Creo que debes cambiarlo por "tuvo un sueño en el que se le manifestó el nombre que debía poner"
    Cuando quedó encinta por segunda vez, volvió a tener el mismo sueño: un escalofrío le recorrió todo el cuerpo al recordar qué le había sucedido.
    Le digo:
    Los guiones de las aclaraciones han de ir pegados a las palabras como en: -pienso con nostalgia- y la intervención del narrador como en: -dijo en voz alta...

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  5. Gracias Malén. Voy a corregirlo

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