jueves, 5 de abril de 2012

Pensamientos en la espera



No sé cómo me he dejado embaucar por Lucrecia y me he metido en semejante "embolao". Ahora que estoy aquí, preparado, recién duchado, oliendo bien y dispuesto, me está entrando el miedo escénico. ¡Lástima del juanete que no me ha dejado calzarme los zapatos! Y suerte de las bambas blandas. Y a todo esto sin leerme el libro, porque menudo lío, empiezas y no sabes cómo seguir, o no acabas nunca, pero todo sea por las artes en general y la escritura en particular. Tan pesada, que me perseguía por los pasillos y en la cola del DNI y el otro día cuando me la encontré en el mercado central y ella erre que erre, dándome la lata siempre, que no podía ni comprar mis verduritas. Que si soy tan buen poeta y que si con ese libro de poemas ilustrados tan bonito que has publicado... Siempre me dejo convencer por las mujeres. Me encanta gustarles y que me mimen y me halaguen... Ellas son, parafraseando a Vargas Llosa, las auténticas flores del desierto...

6 comentarios:

  1. Mi relato hace referencia al momento antes, el de la foto que he puesto. Yo estaba cerca y me pareció nervioso, y al mismo tiempo se reía, me resultó muy simpático.

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  2. Que bonitoooooo! Yo no tengo capacidad para perseguir comas traicioneras.Sólo puedo quitarme el sombrero cuando escribís cosas así.Qué suerte teneros tan cerca.Un beso.

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  3. Qué bien ha quedado este cuento Magda, seguro que le va a encantar.

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  4. Muy bonito, Mag. Estoy de acuerdo con Yolanda. Le gustará sí o sí. Un beso.

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  5. Es precioso y aunque yo no lo conozco, estoy segura que le va a gustar

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  6. Malén, pobre LU, pesada, pesada, persiguiendo al pobre hasta en la cola del DNI, jajajajaja. y lo del juanete..... sin comentarios, jajajajajaj. Divertido relato.

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