lunes, 9 de mayo de 2011

PLIÉ RELEVÉ, RELEVÉ PLIÉ. Marige Torres Mazón.

Sentía tanto dolor en los dedos de mis pies que no atendía los comentarios de la señora Delfina.

.- ¡Plié relevé, relevé plié! Vamos, vamos María, fíjate en tus compañeras.

La música era dulce y delicada, tan solo había que dejarse llevar. Agarrada en la barra intentaba concentrarme en sus notas para ir al mismo compás pero el dolor me lo impedía. Los dedos de mis pies no podían soportar el peso de mi cuerpo, todas íbamos iguales faldita blanca, Mayotte rosa, punteras y el pelo graciosamente recogido con un moño con la gran diferencia que mis compañeras eran delgaditas y yo soy gordita, un día en la consulta del médico oí decir que pesaba cincuenta y tres kilos y que eso era mucho para una niña de siete años.
Cuando terminaba la clase mi madre me esperaba en los vestuarios para ducharme y arreglarme, todas las madres de mis compañeras entraban a los vestuarios y me miraban como si fuera un bicho raro, mamá no decía nada me duchaba con rapidez y casi sin secarme me ponía un chándal limpio para regresar a casa, era como si quisiera huir de allí lo más rápido posible.
Mis clases de ballet terminaron el día de mi noveno cumpleaños, cuando me ingresaron en el hospital porque me puse malita. Unos médicos vestidos de verde me pusieron una mascara en la cara, me dijeron que me quedaría durmiendo y que cuando despertara podría ver a mi mamá. No se el tiempo que ha pasado ni donde estoy pero lo peor no es eso, lo peor es esa melodía que escucho sin parar. No puedo hablar, ni siquiera puedo mover un dedo o pestañear para poder decirle a esa mujer con acento raro y de piel morena que apague esa maldita música y le diga a la señora Delfina que ya no quiero ser bailarina que solo quiero ver a mi mamá. Plié relevé, relevé plié.


6 comentarios:

  1. Escalofriante Marige, ahora resulta que vas a ser la Marie Shelley de Torrevieja.

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  2. Bien. Me gusta. Imagínate que de pronto la protagonista acaba trabajando en un geriátrico y un día descubre que la señora Delfina está allí. De pronto las tornas cambiarían y tú a golpe de sevillanas la martirizarias durante todo el dia. Otra vez Defina, esos brazos, que se desenreden en lo alto, más, más arriba!!, otra vez!!!... Aaaa laaa sombraaaa de los piiiinoooss!!! Me gusta la manera en que has descrito la historia, Marige.

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  3. Maravilloso Tula, muy inspirado y muy bien escrito tu relato. Enhorabuena!!!

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  4. Muy lírico, me gusta el hecho de que sin entrar mucho en detalles y con un par de imágenes ya nos podemos hacer una imagen de la situación de esta niña y de su sufrimiento, quizá con un par de pinceladas podría ser un cortometraje :)
    *Por cierto, las "punteras" (zapatillas de punta en ballet) se empiezan a usar a partir del cuarto-quinto año de clases, jaja, sólo ese detallito ^-^
    Un saludo !

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