lunes, 16 de mayo de 2011

HASTÍO, DOMINGO POR LA TARDE. De Saluditero.

-Ganan las azules, Sebastián.
-Sí...señor.
-Las azules obligan a comer a las rojas y coronan dama en ocho, una antes que las rojas, y ganan, Sebastián.
-Sí...señor.
-Recuerda, Sebastián, que después de la partida tenemos que pasar primero por el hotel a cambiarnos, no vaya a ser que a la señora le dé por regresar antes del concierto y nos vea de esta guisa.
-Sí...señor.¿Me permite una pregunta...señor: por qué la señora odia este lugar...señor?
-Antes no era tan agradable. No sabes, Sebastián, las pocas ganas que tengo de enfundarme el traje. Tú puedes no cambiarte, si quieres, pero intenta que ella no te vea.
-Sí...señor, lo intentaré...señor.
-Ah, Sebastián, después de dejarme en casa vuelves a cobrar la apuesta.
-Sí...señor, como no.
-Y no te olvides de darle uno de los grandes al viejo Pietro.
-Sí...señor, como podría olvidarlo...señor. Recuerde que es mi padre...señor.
-El viejo Pietro es un valor seguro para las apuestas; no lo olvides nunca, Sebastián.
-Sí...señor. No lo olvidaré...señor.
-Sebastián...¿Cómo se llama el tipo del concierto?
-Adam Hurst creo...señor.
-Que los chicos se encarguen de él. Comme d’habitude, Sebastien.
-Oui...monsieur. Comme d’habitude...monsieur.

6 comentarios:

  1. Muy bueno, Eufrasio, gracias por la música.

    ResponderEliminar
  2. Muy bueno Eufrasio, comme d´habitude. Ese "que los chicos se encarguen de él" tiene algo de sombrío, de Corleone.

    ResponderEliminar
  3. Diferente y muy fino, si señor, me ha gustado.

    ResponderEliminar
  4. Me imagino tu voz ronca decidiendo el destino del bueno de Adam. Sutil.

    ResponderEliminar
  5. No todos los duros tienen la voz ronca Piensa en Clint.

    ResponderEliminar