sábado, 6 de diciembre de 2014

¡FELIZ NAVIDAD!


-Hoy, en esta isla, ha ocurrido un milagro. ¡No me lo esperaba, te juro que era lo último que me esperaba!
-Pero ¿ha aparecido así, de sopetón, sin previo aviso?
-Como te lo cuento. Ha llamado a la puerta mientras estaba trasteando en la cocina con la música a todo volumen y he tardado un rato en oírlo. Cuando por fin he salido y lo he visto en el umbral con esa sonrisa alegre pero cansada después de dieciocho horas de viaje, me he abrazado a él llorando como una Magdalena. ¡Mi niño, mi niño…! Exclamaba una y otra vez. Él también lloraba aunque con los ojos secos. Casi me da un infarto.
-Hay que ver, quién nos iba a decir que Daniel con lo trasto que era iba a irse a trabajar al otro lado del mundo. ¿Y ha venido para muchos días?
-No, muy pocos, le han dado quince días en la empresa para que venga a pasar la Navidad con la familia porque están muy contentos con su trabajo. Allí cierran una semana pero, claro, él necesitaba unos días más para poder venir. Aún parece que no me lo creo, ¡que lo tengo aquí al alcance de mi mano, de mis abrazos!
-¿Y se va a quedar muchos años por allá?
- ¡Ay, querida vecina, eso quisiera yo saber! Él no me lo dice pero yo sé que está deseando volver, trabajar en Madrid o Barcelona porque aquí en la isla, como tú comprenderás, no hay nada de lo suyo. Pero es que tampoco hay nada en todo este puto país. Con los esfuerzos que tuvimos que hacer para que estudiara, toda la vida ahorrando para que se labrara un futuro y no tuviera que dedicarse a la pesca como su padre.
-Bueno, pero estarás orgullosa de él, ¿no?
-¡Orgullosísima! Lo miro y no me lo creo, se ha hecho todo un hombre y un hombre de mundo y está tan guapo!
-Pues mira, más vale que esté trabajando aunque sea tan lejos. El hijo de mi prima Loli, que es de la edad del tuyo, no quiso estudiar, se puso a trabajar en la obra como su padre y lleva seis años en el paro, no encuentra nada desde el  2009; y está fatal, hay días que ni se levanta de la cama.
-No, sí, claro,  ver a un hijo así debe ser lo peor que le pueda pasar a una madre. Pero yo me pregunto cuándo va a acabar esto; si mi hijo se va a enamorar de alguna americana y se va a quedar allí para siempre; si tendré algún día nietos y casi no los conoceré…
-Mujer, la vida da muchas vueltas. Nunca se sabe lo que nos depara el futuro.
-No, eso es verdad. Pero bueno, dejémonos de filosofías que me voy a preparar la cena de Nochebuena. Este año no me puede faltar nada. Quiero que todo sea perfecto. ¡Feliz Navidad! ¡Qué lo paséis muy bien!
-Lo mismo digo, Natalia, aprovecha todo lo que puedas estos días. Dale un abrazo de mi parte.

9 comentarios:

  1. Muy bonito, entrañable y navideño!

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  2. ¡Muy navideño! Yo todavía estoy dándole vueltas a ver si me sale algo para la escena de este mes. Saludos

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    1. Ah, David, ¿sabes de qué va? Pues a lo mejor nos encontramos.

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  3. Lucre, muy navideño, muy lindo. me imagino a mi vieja esperándome, como el año pasado, como este que no voy... Un abrazo fuerte y felicitaciones.

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  4. Mejor mil veces que el diálogo de marras del elefante blanco!!

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  5. Hermoso y sentido Lucrecia, un grato momento me has hecho vivir.
    Un saludo desde mi tierra y un deseo de paz y ventura en estas fiestas.

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    1. Gracias, Luis. Te deseo mucha felicidad en estas fiestas también.

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