miércoles, 3 de octubre de 2012

3. (Concurso Otoñal) CORAZONADA

Después de tu visita relámpago en vacaciones, empecé a sospechar que algo te ocurría. Me llamabas con menos frecuencia, excusándote porque tenías demasiado trabajo, que se te iba el tiempo haciendo compras, arreglando la casa y que estabas muy cansada. Notaba como tu voz se debilitaba, se tornaba pesarosa. Seguías empeñada en disimular. Que si era el otoño que te ponía triste, que me echabas de menos, que no me alarmara, que era pasajero. Pero yo te conocía demasiado bien y sabía que algo te ocurría.
A pesar de mi pánico a subir al avión, las ganas de abrazarte, de saber la causa de tu apenada voz y una dosis de tranquilizantes, me hicieron un poco más valiente para superar la larga distancia que nos separaba. En mi interior crecía una sospecha suficientemente fundada, aunque me negara a aceptarla. El corazón se me heló cuando me abriste la puerta y vi que una pañoleta, como la que había usado tu madre, te cubría la cabeza.
Dessiré.

5 comentarios:

  1. ¡Menudo final!. Intentar no hacer daño a la persona amada es tener mucha fuerza y más en momentos en donde la sensibilidad está a flor de piel. Enhorabuena Dessiré.

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  2. Muy bueno, Dessiré. A pesar de la pañoleta, tu protagonista resistirá como hemos hecho muchas.

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  3. Buen relato, Desiré. Mucha suerte.

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  4. Muy bueno, Desiré, como siempre las mujeres sufriendo solas!!

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  5. Es valiente lamerse las heridas en soledad, pero también lo es, compartir con la persona que más amas lo que más te duele. Muy bonita la historia Desiré.

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