sábado, 10 de marzo de 2012

LA MUERTE NO VISTE DE NEGRO SINO DE ROSA

Afuera el temor de la gente se ha convertido en violencia. El pillaje hace días que ha cesado porque ya no hay nada más que robar, ahora han empezado las violaciones y los asesinatos. La radio apenas informa de las medidas que está tomando el gobierno, pero nos tememos que hayamos sido abandonados a nuestra suerte. De todas formas no necesitamos que nadie nos explique que alguien ha pulsado el botón, que alguien ha metido la pata, que alguien ha rubricado el final de la historia de la humanidad... Hace dos semanas que no distinguimos la noche del día; el cielo ha tomado una extraña tonalidad rosa que sabe a metal, porque el aire se ha vuelto sápido, como el agua.
      No obstante, esta letanía creo que se lleva mejor desde la rutina y el sosiego, por eso sigo haciendo la cama todos los días y admirando la belleza de este extraño resplandor.


Foto: Carles Solís



7 comentarios:

  1. Esperemos que estos augurios no se cumplan, sería terrible. Muy acertada la idea de la rutina dentro del caos.

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  2. tu relato me recuerda a "Soy leyenda", me da escalofríos. Muy bien Eufrasio.

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  3. ¡Vaya imaginación! No se me hubiera ocurrido a mí, al ver la foto, irme por esos derroteros. Buen relato, Eufrasío.

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  4. "El cielo ha tomado una extraña tonalidad rosa que sabe a metal" Ante semejante frase poco puedo decir, sólo darte mi enhorabuena. Genial Eufrasio.

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  5. Menudo despilfarro de imaginación. Enhorabuena

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  6. Jo.. qué miedo!!! Yo no abriría nunca esa puerta...

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  7. Pues a mí me ha recordado a Ensayo sobre la ceguera de Saramago, por esa destrucción y descontrol que nos relatas. Es curioso que en tan pocas frases consigas transmitir el desasosiego que la situación en el exterior provoca, al tiempo, que el recurso a la rutina ayuda a sobrellevarla.
    ¡Muy bueno, Eu!

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