jueves, 8 de marzo de 2012

El paisaje de mi alma


Fotos: Carles Solís

De la noche a la mañana enderezamos nuestra vida. Dejamos atrás hipotecas, deudas, trabajos, estrés, y demás calamidades que habían formado parte durante tanto tiempo de nuestra cotidianidad: un vivir para pagar y un no vivir cuando no nos llegaba el presupuesto. Sí, la crisis nos pilló desprevenidos y embarcados en proyectos a los que luego nos costaba hacer frente. Yo había aumentado la dosis de tranquilizantes y Luis había vuelto a fumar después de muchos años de voluntaria y encomiable abstinencia.

Vendimos todo. Pagamos las deudas y nos sentimos ingrávidos como niños a punto de iniciar una aventura, un juego apasionante. Con esa liviandad por compañera compramos unos billetes de avión a Nepal. Dos maletas pequeñas eran todo lo que llevábamos con nosotros y una tarjeta de crédito saneada. Alquilamos una casita que se abría a unas vistas de ensueño en pleno corazón del Himalaya, sin lujos, pero cómoda y agradable y nos pasamos un mes deambulando por el lugar sin más ocupación que admirar el paisaje, amarnos y soñar. Al cabo de ese tiempo, empecé a escribir esa novela que llevaba rondándome varios años la cabeza, mientras Luis leía un libro detrás de otro y hacía acertadas observaciones en mi historia. La fotografía y las amistades que hicimos en el lugar llenaban el resto de nuestra existencia. Dos años estuvimos allí olvidados de todo, disfrutando de un maravilloso renacer. Acabé mi novela y ahora, de vuelta, busco representante mientras otros personajes se han instalado en mi cabeza y me urgen a que les dé pronto una salida.



18 comentarios:

  1. Sabia elección empezar de nuevo y dibujar otro mapa distinto al anterior. Precioso, Lú y no es amor de prima, es que me ha gustado mucho.

    ResponderEliminar
  2. Pues, hada, te ha quedado muy redondo. ¡Qué envidia siento por el coraje de los protagonistas de tu historia!
    ¡No hay nada tan difícil de dejar de ser esclavo de uno mismo!

    Me gusta tu historia.

    ResponderEliminar
  3. ¡No hay nada tan difícil cómo dejar de ser...

    ¡Bruf, ...como estoy esta mañanita...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡ y ese "como" es sin acento....! jamemuera....

      Eliminar
    2. Estás estupenda, Geli, porque te das cuenta rápidamente de tus lapsus!!

      Eliminar
  4. El título es presagio de una bonita historia.
    Si yo pudiera me metería en el equipaje de esos personajes que esperan el pistoletazo de ¡salida! si crees que es posible, no lo dudes, avísame.

    ResponderEliminar
  5. Muy bueno Lu. Comenzar de cero, borrón y cuenta nueva, nuevos planes... Todos pensamos eso todos los días. Llenar el coche de gasolina y no parar hasta que no quede ni una gota, y allí, donde el destino traza sus fronteras, plantar nuestra bandera, como los pioneros americanos. Ay... Maravilloso Lu, tus personajes nos dan mucha envidia!!!

    ResponderEliminar
  6. El título es preciosísimo. Y el relato también. Está muy bien desconectar de todo esto y tener otras vivencias diferentes, se relativiza tanto lo que nos rodea, y se aprende a apreciar lo que tenemos.

    ResponderEliminar
  7. Que linda historia Lu. En mi mente está el hacer algo parecido, según como salga el tema "trabajo", aunque con diferente final. El intentar cosas nuevas aunque es arriesgado a veces es la mejor salida. el titulo muy apropiado

    ResponderEliminar
  8. Muy bueno, Lu. Me gusta el valor de los personajes para romper con lo cotidiano y exiliarse en su isla de ensueño.
    A veces, del vacío de la mente surge todo. Es dificil encontrar, en nuestra vida cotidiana, ese estado de calma interior que genera tanta creatividad.

    ResponderEliminar
  9. Soy un cobarde por no haberme nunca atrevido a hacer lo que han hecho tus protagonistas. El paisaje de mi alma fue sacar una oposición para tener tiempo para escribir. Una amiga mía que bien podría ser tu protagonista, alquiló su piso en Madrid y se fue a vivir a la India con el dinero del alquiler, ella lo llama "Plan vida", no he vuelto a saber nada de ella, seguro que estará bien. Muy buen relato.

    ResponderEliminar
  10. Gracias a tod@s. Os confieso que yo también soy una cobarde, pero un día de estos...

    ResponderEliminar
  11. Un relato interesante porque acaba de manera amarga. No es una simple historia norteamericana con Happy End. Enhorabuena, me ha gustado.

    ResponderEliminar
  12. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  13. No hay ningún final feliz, la amargura siempre acecha cuando menos te la esperas.

    ResponderEliminar