miércoles, 28 de marzo de 2012

Bobby


-No, Frank, no veo otra salida.

-¿Estás seguro, Michael? ¿Lo has hablado con Mary?

-Sí, y ella está de acuerdo. Nos equivocamos. Nunca debimos acogerlo.

-Pero Frank, todavía es muy pequeño. Deberíais ser pacientes con él y darle más tiempo.

-Ya tiene un año y sigue sin traerme las zapatillas cuando regreso del trabajo. Por las noches, cuando lo dejamos solo, gimotea sin parar. No hay forma de descansar.

-Lo comprendo, pero creo que antes de tomar una decisión tan drástica, deberíais pensarlo un poco mejor.

-Lo siento Frank. Si no lo quieres tú, hablaré con los Smith. Hace poco que se les murió su Collie y tal vez quieran quedarse con Bobby que aunque no es de la misma raza, también tiene su pedigrí.

«-¡Uf! Creí que estaban hablando de mí. He pasado tanto miedo que me he cagado en los pantalones. Ahora tendré que oír otra vez a mi madre con la monserga de siempre.»

8 comentarios:

  1. Jajaja, ¡qué bueno! Menos mal que el destinatario del diálogo no era el niño, lo ha pasado muy mal el pobre.

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  2. ¡Qué bueno! ¡pobrecito!! El niño digo.

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  3. Anda que......yo pensaba que iban a quejarse porque tenía deberes, jajajjaja

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  4. Genial, pobre crío que se cree perro que se cree niño. Bueno, eso podría ser aunque no lo sea. Me ha gustado mucho.

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  5. jaja, muy bien, Geli. Menos mal, por un momento parecíame que se hablaba del niño. ¡Ufff!

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  6. Excelente juego de equívoco. Felicidades, Geli.

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  7. jajajajajaja. muy bueno. Pensé que iba a ser una tragedia. Bueno, para el niño sí que lo fue. Enhorabuena por el relato Geli

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    1. José Luis, para el niño más que una tragedia, fue una "cagada",...jajajaja.
      Me alegra que os haya gustado.

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