sábado, 20 de agosto de 2011

LA PUERTA DE ENFRENTE.


Último día de vacaciones. No podré olvidarlas, qué paisajes tan peculiares, cómo hemos comido, qué amistad hemos hecho con la pareja de la habitación de enfrente. Sería casualidad, pero todas las mañanas salíamos a desayunar a la misma hora, me niego a pensar que nos estuvieran esperando tras la puerta. Algo peculiares sí aparentan, la verdad. Uno con sus pantalones super ceñiditos, marcando sus posesiones, no sabemos si con el fin de "mostrar" o de "demostrar". El otro, más arregladito, con sus ojos perfectamente perfilados a primera hora del día. Simpáticos como ellos solos, no les importa el qué dirán, todo lo contrario, diría que van así a posta. Cuánto he aprendido en apenas una semana, yo que siempre he vivido acomplejada por mi nariz aguileña, mis orejas de elefante y mi tartamudeo mortificante, he conseguido hasta reirme de ello. No había vez que no me sacaran un chiste de cada uno de mis defectos, hasta los he memorizado para contarlos yo misma. Las despedidas me sobrecogen. No se cómo saldremos mañana para no coincidir con nuestros vecinos a la puerta. Tal vez esta noche anudemos las sábanas para bajar por la ventana. Antes tendré que otear hacia la derecha, no sea que a ellos se les vaya a ocurrir la misma idea.

Fergal Ferrero Nogal

4 comentarios:

  1. Solo has de dar al suprimir accediendo a editar a través del lápiz o en la página donde escribes, pestaña inferior

    ResponderEliminar
  2. Buena reflexión veraniega, si señor, enhorabuena.

    ResponderEliminar
  3. Qué miedo Fergal, vecinos de vaciones con tendencias pegadizas. Me he reído mucho.

    ResponderEliminar
  4. Fergal, las amistades las puedes escoger, aunque los vecinos no, pero los puedes ignorar. Muy graciosa y lo de salir por la ventana genial jaja

    ResponderEliminar