miércoles, 20 de abril de 2011

La casa de los espíritus

- Hola, perdona mi atrevimiento, pero siempre te veo cuando te vas de la playa que es justamente cuando vengo yo. Para una vez que coincidimos tengo que aprovechar la oportunidad de saludarte. Me llamo Ernesto.

- Hola Ernesto, ¿te importa que corrija algo de lo que acabas de hacer?, soy profesora, suelo dar lecciones y también tengo que aprovechar la oportunidad de hacerlo.

- Claro mujer, dime lo que tu quieras.

- ¿Te funciona esta forma de entrar a las chicas en la playa?.

- No siempre.

- Y te voy a decir porqué. Mira, cuentas con una buena percha y eso es importante, pero conmigo y supongo que es un fallo que sueles cometer, has sido un poco brusco, has roto mi burbuja sin miramiento alguno, ¿quieres que te enseñe a hacerlo mejor?.

- Me encantaría.

- La primera norma es observar, apuntar bien los detalles. Debes situarte a cierta distancia, en una posición ventajosa en la que observes sin ser observado. Tu toalla estaba a pocos metros de mi silla, no parabas de mirarme y sabía lo que ibas a hacer en todo momento. Después tienes que trazar un buen plan, para una chiquilla valdría lo que has hecho, pero para una mujer como Dios manda, no es suficiente. Si hubieras sido más observador, te habrías dado cuenta de que estoy leyendo la casa de los espíritus.

- De Isabel Allende, si, lo he visto.

- Muy bien, pues con este dato importantísimo ya puedes trazar un buen plan.

- Así que te va ese rollo literario, muy bien, déjame intentarlo de nuevo.

- Estoy ansiosa.

- Hola, perdona que te moleste, a mi no me gusta que lo hagan mientras leo, pero Isabel Allende es mi escritora preferida y llevo unos días esperando una señal para acercarme a ti y cuando te he visto leyendo esta novela, me he dicho, o lo haces ahora o nunca te atreverás a hacerlo.

- Muy bien, estás lanzado, sigue.

- ¿Sabías que fue su primera novela y que esta obra situó a su autora en la cúspide de los narradores latinoamericanos e inauguró una brillante trayectoria literaria que con los años no ha dejado de acrecentar su prestigio?. Una novela de impecable pulso estilístico y aguda lucidez histórica y social.

- Uf, muy mal, me estoy enfriando bajo un sol de 38 grados, pareces la wikipedia.

- Espera, espera, se que puedo hacerlo mejor. Si nos atenemos al realismo mágico, yo bien podría ser Esteban Trueba, un hombre poco sensible pero muy trabajador que se enamora de Clara, esa podrías ser tu, una mujer de otro estamento social, una mujer que podría enseñarme a querer, a ser más humano, que puede convertir mi corazón en un órgano capaz de bombear sangre y guardar sentimientos a un mismo tiempo.

- Ahora si que empezamos a entendernos.

- ¿Puedo preguntar tu nombre?, el mío ya lo sabes.

- Me llamo Leila.

- Leila, soy un fan incondicional de Eric Clapton. Y dime Leila, ¿te gustaría tomar un café conmigo y poder hablar tranquilamente, alejados del ruído del mar, de las casualidades, de los encuentros, de lo que un hombre como yo puede aprender de una mujer como tu?.

- Pues va a ser que no. Ernesto, te voy a dar un último consejo: jamás molestes a una mujer que está leyendo sola en la playa, si está sola es que quiere soledad.

- ¿Entonces a qué ha venido corregirme?.

- Así somos las profesoras.

- Pues la próxima vez que no quieras atraer la atención de un hombre en la playa mientras lees, al menos, ten la decencia de poner el libro al derecho.

9 comentarios:

  1. Me has recordado a alguien, jajajaja. Imaginaba un tío pelma de los que ligan en la playa, luego un tío que sí sabía de literatura, pero el final es buenísimo.

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  2. Jajaja, pues el libro era de Isabel Allende pero "La isla bajo el mar". Muy bueno, Fernando, hay muchas mujeres indecentes en las playas con los libros al revés...

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  3. Muy bueno Fernando, como siempre, me encantan tus diálogos.

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  4. jajjaa, que bueno Fernando, me ha encantado, sabes muchas veces en la playa veia a una veciana bajar con la silla de la playa, la toalla, y el libro "los pilares de la tierra" tamaño 30 por 30 edicción especial de lujo, jaja por lo menos que era de bolsillo, acertado tu relato.

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  5. Q bueeeno!!!! Y el final de sobresaliente, me moría de la risa y se lo merecía la profesora sabelotodo.

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  6. Tres Hurras por Fernando. Ya sabía yo que estabapreparando su estrategia para ligar. Una oportunidad como esa no puede dejarse pasar.

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  7. Ambos se llevaron calabazas. En la playa no se va a ligar, se va a lo que se va, ¿no?.

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  8. Muy bueno Fernando, como siempre. Aunque, por ser un poco Borgiano (jajaja), diré que mi interpretación del relato es que en realidad todos están al revés menos, obviamente, el libro que lee la chica. Y no es broma, jajaja

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