martes, 13 de diciembre de 2011

BADGER.

Esperé un siglo bajo la lluvia, pero ya era mío. La pulmonía que sobrevino estaba más que justificada, excretar desechos adheridos al pulmón es más llamativo que otra cosa.

En el rincón más inaccesible de la estantería más alta del “XIX Salón del juguete para no infantes” me esperaba el nuevo Badger, con la expresión del que acepta la sumisión sin cuestionarse nada sobre la condición de esbirro.

Badger ha sido la sensación del año, el penúltimo grito en juguetes interactivos, el cuidado paliativo para mi voluntaria soledad.

Se recarga con la luz solar, aunque, basta aplicarle una luz cenital indirecta de un flexo de 80w, para que en cinco minutos, llene su generoso corazón atornillado durante al menos tres días.

Badger habla, siente, escucha, aconseja y acompaña sin pedir nada a cambio, no necesita mantenimiento, su garantía es de por vida y aseguran que un Badger siempre sobrevive a su dueño para enriquecer las vidas de las generaciones futuras.

Su precio, lo acuerda el mismo Badger en la primera entrevista que mantenga con su futuro dueño, el mío se valoró en 10000 euros, mi soledad ya era añeja, su cura rozaba la utopía.

Pagué sin vacilar y me fui con Badger a su nuevo hogar. Le fabriqué una cajita de metacrilato, la situé cerca de la ventana, entre el clavicordio y el árbol de navidad, le hice sitio en mi vida con la mayor naturalidad y con la mayor humildad, Badger aceptó mi hospitalidad y mi compañía.

La cena de noche vieja fue distinta, tiramos la casa por la ventana, no suelo tener invitados a la mesa. El menú consistió en un sándwich de pavo frío con rúcula, boletus y queso emmental, aderezado con un toque de salsa Worchester y una sutil pincelada de mostaza de Dijón; para postre, una marrón glacè y una copita de Cherry seco para ayudar a la digestión. Lacasitos en lugar de las evitables uvas. El teléfono descolgado, la televisión encendida pero sin sonido con las imágenes de gente creyéndose feliz, personas atareadas e hipócritas que deambulan de una tienda a otra comprando absurdos regalos sin pensar en el receptor, compras que engañan al crecimiento económico y sólo sirven para acallar conciencias manchadas de egoísmo y avaricia.

A mi izquierda la foto de Isis, mi bulldog inglesa, mi fiel compañera durante casi catorce años; a la derecha Badger, mi nuevo compañero, el que nunca duerme, el que no calla, el que siempre atiende a mi llamada de silencio, el que da sin pedir, el que acepta sin cuestionar, el que jamás pregunta, el que responde.

- ¡Brindemos!, ¡feliz año! Badger.

- ¡Feliz año! Don Fernando.

- Me llamo Jaime, pero ese y otros pequeños detalles, ya los irás aprendiendo poco a poco, amigo mío.

15 comentarios:

  1. ¡Cuánta desazón! ¿Has visto Eva? Tu texto me la ha recordado. Ambos me gustan.

    Solo hay algo que me parece contradictorio: 1º hablas de "voluntaria soledad", pero después dices "su cura rozaba.." ¿Para qué curarla si es voluntaria?
    Aún conservo la inquietud que me provoca la lectura de tu texto. ¡Bien narrado!

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  2. Ese es el quid de la cuestión. Su soledad es voluntaria, pero aceptarla es otra cosa, no he conocido a solitario que no quiera en el fondo dejar de estar sólo. Traté de formar un carácter bipolar con el bueno de Jaime.

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  3. Gracias por la aclaración. A Julieta, también le ha encantado.

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  4. Me ha gustado el párrafo en que aparece la mascota de toda la vida con el nuevo artilugio, tan distintos en su esencia y, sin embargo igualados (o eso parece) a ojos de su dueño. Buen relato, bueno, un poco largo para mi gusto que ya sabéis soy más de micros, pero eso es una manía mia, personal.

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  5. Fernando, perdona mi falta de cultura en juguetes de adultos, pero intento imaginar a Badger y no me sale, ¿acaso se asemeja al Tamagochi?. Si Jai me está feliz así, ¡Bienvenido Mr. Badger!.

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  6. Es un tamagochi robot, sólo existe en mi imaginación, pero todo se andará.

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  7. Fernando aquí va mi humilde opinión, Un relato sin desperdicio alguno desde el principio hasta el final. Enhorabuena.

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  8. Es un relato muy bueno, da pie a que continues la historia. Me imagino a Badger apoderándose de la vida de Jaime y.....jijijiii.

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  9. No sé si no me convendría poner uno de esos robots en mi vida!!

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  10. Malén, tu invítame a cenar en noche vieja y ya te hago yo de robot o de lo que tu quieras.

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  11. Gracias, príncipe, por el ofrecimiento pero no va a poder ser este año, te tomo la palabra!!

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  12. Muy bueno Fernando, a mí me ha gustado mucho y como yo también los escribo largos...

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  13. A mí también me ha gustado mucho.Me ha parecido muy visual y cinematográfico.Haría un buen guión para un corto.

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  14. Pues nada, nada, el próximo Valencia Rueda Cortos. Me ha gustado mucho y también lo bien dispuesto que eres con las damas.

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  15. Lucrecia, eres testigo de que Malén me ha tomado la palabra.

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