martes, 1 de noviembre de 2011

SIN PAN DEBAJO DEL BRAZO

“Los niños vienen al mundo con un pan debajo del brazo”. Era una de esas frases que de tanto oírla, se grabó a fuego en mi memoria. De pequeña no la entendía bien, los bebés diminutos y frágiles ¿podían con una barra de pan?, ¿de dónde la sacaban?, la abuela me aclaró su significado, mientras revolvía mi pelo y soltaba una de sus sonoras carcajadas.
Pronto mi segundo hijo verá la luz.
Su hermano vino al mundo con algo mejor que un pan: con 3.000 € nada menos, a este le espera un mundo en crisis y ese pan tan necesario, no estará bajo sus brazos.
Manuel sigue fiel a sus convicciones: ¿hijos?, los que vengan. Lo repite a menudo, es otra de esas frases que terminan, si las dejas, convirtiéndose en sentencias a cumplir.
Yo me guio por las circunstancias: nadie decidirá por mí, este será mi último embarazo.

7 comentarios:

  1. He seguido vuestro consejo, he intentado "arreglarlo" un poco y lo he vuelto a colgar, tenéis razón, aquí estamos para aprender y, aunque no siempre acertemos, hay que seguir practicando. Besos.

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  2. Yo ya te lo dije. Está bien ser exigente con uno mismo pero sin pasarse.

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  3. Me alegro mucho de volver a leer tu relato aquí. Y reitero lo que dije: Esto si que da terror, hoy en día, ¿quien se puede permitir el lujo de mantener a cuatro niños? ¡Qué miedo!!!

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  4. Un hermoso y duro relato, Yolanda. Imagino que cada uno habla según la circunstancia que le ha tocado vivir. Enhorabuena, y a seguir escribiendo!!!!

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  5. Gracias, desde luego no es auto-biográfico, yo sólo tengo un hijo, y además nunca escribo sobre mis cosas. Saludos.

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  6. Buena decisión la de la protagonista del relato. Tal y como está la vida.....

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