domingo, 6 de noviembre de 2011

LA VENTANA QUE SOÑÉ

Me despierto en mitad de la noche empapado en sudor.
Siempre me despierta el mismo sueño: una ventana iluminada por la tenue luz de una lámpara, estanterías repletas de libros se vislumbran detrás de los visillos. Entro en la habitación y voy a coger uno. Me siento feliz. Mi mano choca con algo, despertándome: el techo de la litera que está sobre la mía.
Miro mi ventana: la cubren gruesos barrotes.

11 comentarios:

  1. Jo, Yolanda, qué duro el choque con la cruda realidad. Buen micro. Felicidades.

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  2. Para mí ha sido una verdadera lección para escribir micros.Genial.

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  3. Muy bueno,Yolanda. En serio. Como todo lo que haces, pero las ventanas no están "rodeadas" de barrotes, "tienen" barrotes, o está "cruzada"de barrotes. Es una pequeña apostilla. Enhorabuena.

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  4. Gracias Eufrasio, es lo que tiene la precipitación. :)

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  5. Muy buen final, siempre sorprendente!!

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  6. Soñar (y escribir) siempre tiene algo de evasión, de escapar de la realidad. Magnífico relato Yolanda, muy, muy bueno...

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  7. Un micro, si señor. Me ha resultado así como muy rápido todo, he sentido al leer la ansiedad del que está entre rejas.

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  8. Bravo, lástima del final tan triste.

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  9. No sabes Yolanda lo familiar que ha sido este relato para mí. Muchos internos sueñan eso mismo.

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