martes, 29 de noviembre de 2011

la cueva del Satur.

Con la barba hasta el ombligo, la melena como un animal del bosque, los ojos salvajes, las manos desfiguradas por los callos y las rodillas desolladas de tanto rezar, San Saturnino, desde su cueva del monte Ezcaba, con unas vistas envidiables sobre la ciudad de Pamplona, no daba crédito a lo que veía. Una caravana de coches cargados como los de los herejes que cruzan el Estrecho en época estival, colapsaba la carretera de San Cristóbal. Las familias iban ocupando una a una todas las cuevas milenarias del monte. En la entrada de su cueva, su morada durante más de treinta años, clavaron una estaca con un aviso de desahucio, los promotores no querían que sus clientes tuvieran como vecino a un hippie fanático religioso sin los papeles en regla. Vivir en cuevas se había puesto de moda, salvar las almas pecadoras rezando por los demás, era una auténtica gilipollez. Satur recogió todo lo que tenía en un atillo: un mendrugo de pan, un nuevo testamento, una muda, una cuerda, un trozo de jabón, dos velas y un pequeño espejo de plata para no olvidarse de su rostro. Bajó a Berriozar y el único lugar donde consiguió alojarse fue en el Hostal-Club Carioca, junto a mujeres de mal vivir, proxenetas y camioneros trasnochados. Enseguida se sintió como un pastor reuniendo a su rebaño, al abrigo de la tormenta.

11 comentarios:

  1. Muy bueno, Fernando. jajajajja. Pobre San Saturnino, también desahuciado. Qué época más cruel nos ha tocado vivir. Creo que en la Edad Media las cosas pintaban mejor, más sangrientas, pero menos hipócritas.

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  2. La idea del texto es muy buena, el relato también. Su final me parece fantástico: "como ya no me dejan rezar en mi cueva, voy a ponerme en marcha con estos descarriados del Hostal-Club Carioca -el nombre perfecto, por otro lado,...jajajaja-. Quizás me falte algún punto y seguido, en vez de tantas comas.
    ¡Muy entretenida su lectura! ¡Buen trabajo!

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  3. Cambié alguna coma por puntos. Gracias Geli.

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  4. Pobre santo, teniendo que competir con tanto personal!!

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  5. Gran personaje este san Saturnino y no sabemos lo que le deparará este cambio tan radical de vida. Muy bueno.

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  6. Hoy es san Saturnino, patrón de Pamplona. Espero que el santo no se moleste por haberle quitado su cubil.

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  7. Jajajaj, excelente relato amigo, lleno de ese sentido del humor tan buñueliano... Bravo!!!

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  8. Gracias a ti por tener en consideración mis observaciones.
    ¡Buen día para todos!

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  9. Fernando, qué lugares tan bonitos tiene Pamplona, le podias haber dejado en la Taconera, o en Buztintxuri, ahora tan moderno, aunque en Berriozar no está muy lejos de su cueva.

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