miércoles, 30 de noviembre de 2011

EL CLAN DEL MAMUT

Diez días sin cazar y las provisiones se van agotando. La tribu le ha pedido al mago que haga algo. El viejo brujo, de treinta y un años, se ha escondido en la zona más profunda de la cueva, allí donde los niños nunca deben entrar. Ha encendido un pequeño fuego, apenas suficiente para alumbrar y llenar de sombras las irregulares paredes de roca viva. Con un trozo de hueso ha aplastado unas cuantas flores cuyos nombres sólo él conoce y las ha mezclado con polvo de minerales. Vírgenes pigmentos han resbalado por sus manos; rojo sangre, amarillo sol, blanco día, negro noche. Con la delicadeza de un primigenio artista, el mago ha inundado de color el frío lienzo prehistórico.
El brujo cae en trance, comienza a mezclar las tinturas con su propia saliva, sus manos trabajan poseídas, sus ojos no miran a la pared y la escena sale poco a poco de las sombras. Unos hombres dibujados de forma esquemática, armados con lo que parecen lanzas con la punta de asta de cérvido, antorchas y lanzaderas, rodean a la bestia; se trata de un mamut de las altas estepas, su caza es casi imposible, ya que huelen a un hombre a kilómetros y se defienden con la fuerza y el armamento de cientos. En la representación que ha dibujado el brujo, los cazadores han conducido al mamut a través de un desfiladero sin salida y una vez acorralado, ayudados por las antorchas y con las armas arrojadizas, le han abatido en una sincronización perfecta.

"Eso es lo que haremos", pensó el brujo; "este nuevo método de caza no puede fallar, con la carne del mamut nos alimentaremos todo el invierno. Debo contárselo al clan".

A la mañana siguiente el jefe del clan encuentra al brujo sobre el suelo de la cueva, inerte, rígido, retorcido y frío, tiene las manos y los labios manchados de pintura blanca. Mira hacia la pared y descubre la escena pintada; ve a sus hombres, ve al mamut y observa detenidamente la azagaya: sus ojos se abren como si no tuviesen arcos supraorbitales para frenarlos.

13 comentarios:

  1. ¡Cuánta magia y poesía en la creación de ese cuadro prehistórico!

    ¿Por qué repetir dos veces que el brujo es viejo e incluso nombrar su edad? ¿Para que su muerte se vea como algo natural?

    ¡Buen trabajo, chicos!

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  2. La repetición de viejo al final ha sido fallo mío, ya está corregido, ese viejo de 31 años no muere a causa de su avanzada edad.

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  3. Geli, el hecho de nombrar la edad era para mostrar cómo con 31 años ya se era un "viejo" dentro de esas tribus prehistóricas. Era como una forma de expresarlo sin necesidad de explicarlo. Gracias por tus comentarios!!!

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  4. Me ha gustado mucho la recreación de la cueva y de los quehaceres del mago. Yo no me imaginaba la muerte tan natural, pero ya sabéis como soy, jijii. Me ha gustado mucho vuestro relato compartido.

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  5. Eso decía, que a los 31 ya se era viejo entonces, y por tanto, no sorprende que muriera a esa edad.

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  6. Magnífica recreación de la caza neolítica!!!

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  7. Vale, acabo de ver el comentario de Fernando. La edad no es la causa de la muerte. Me gusta más pensar que tiene que ver con su extasis creativo.
    Por eso preguntaba al principio porqué esa insitencia en que supieramos que era viejo.

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  8. la pista sobre la causa de su muerte está en la mancha de pintura blanca que tiene en sus labios y el hecho de que su postura en el suelo sea retorcida.

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  9. Me encanta la historia pero ¿se supone que es una muerte accidental por envenenamiento a causa de la pintura? Debo estar un poco lenta con tanto examen. Felicidades a los dos.

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  10. premio para Lucrecia, creí que quedaba claro, tal vez haya que aclararlo aún más.

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  11. Pues yo ando un poco ida también porque me pasó como a Lu, bueno chicos felicidades por el fruto de vuestra sociedad.

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  12. Uffff, me vais a perdonar, pero esto lo vi en un documental de la 2 la semana pasada, bueno al brujo muerto por "sobredosis" no. Buena historia.

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  13. Dori, no es nada nuevo ni malo inspirarse en un documental o en la tele para construir una buena historia.

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