lunes, 12 de septiembre de 2011

LA TORPEZA DEL DEMONIO


El fuego no dejaba ver la figura de la muchacha pero sin embargo se podía observar con exactitud el escalofriante brillo de aquellos ojos. Pedro, junto a sus compañeros, intentaba calmar a la multitud de aquel edificio en llamas, primero sofocaron las lenguas de fuego de la entrada principal y poco a poco iban entrando en cada planta del edificio para desalojarlo al grito de - ¡salgan rápido y con cuidado!

Pedro entró en el habitáculo una vez que ya habían sofocado el incendio, sus compañeros le habían dicho que no quedaba nadie en el edificio que todo el mundo estaba a salvo pero él insistió, había visto una mujer joven de ojos negros y debía de entrar a por ella.

Cuando entró de nuevo en el edificio pisó algo se agachó para cogerlo y vio que se trataba de una cruz plateada en la que se podía leer “Ego daemonium morietur in ignem aeternum”, Pedro no entendia nada guardó la cruz en el bolsillo de la chaqueta y fue entonces cuando pudo ver a la mujer frente a él. Su piel era blanca como la nacar, tenía una melena larga y lisa de un color negro azabache al igual que sus ojos, sus ojos...

La mujer le susurro en el oido – has venido a buscarme y soy yo por fin quien te ha encontrado, vici Filius Dei.

Los compañeros sacaron de aquel maldito edificio el cuerpo sin vida de Pedro, entre lamentos y maldiciones por haberle dejado entrar.

Con unos pasos rápidos y firmes el sargento del cuerpo de bomberos se acercó hasta la ambulancia en donde yacia su discípulo y pudo ver en la chaqueta de Pedro un metal de plata. Lo sacó con cuidado del bolsillo.

-         La cruz...la cruz del ángel caido.

A su espalda su compañero Juan le decía.

-         Marchemonos de aquí Jesús.

Jesús estaba ya cansado de apagar fuegos y de perder a sus discípulos por el imbecil de Satanás. Si no fuera siempre tan borracho sabría distinguir al hijo de Dios, ¿ cuánto tiempo más tendría que aguantar Jesús hasta encontrarse por fin cara a cara con Satanás y pudiera cumplirse el Apocalisis?


7 comentarios:

  1. Bueno no se definir este relato en ningun genero, anda que estoy ultimamente poco inspirada pero esta es mi aportación, es lo que me sugeria la foto jeje. por cierto las frases en latin según el traductor de google son:
    1) soy el demonio morirás en el fuego eterno.
    2) he vencido al hijo de dios.
    ES QUE YO DE LATIN RES DE RES.

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  2. Marige, buen acalorado relato, genial mezcla de lo divino y lo humano, la tentación en forma de mujer, siempre quedamos como malas, mecachiiis.

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  3. Muy bueno Tula. La batalla del bien y del mal es un tema clásico e inmortal en la literatura. Enhorabuena!!!

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  4. Muy intenso Marige ¡qué imaginación!

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  5. Imaginación te sobra, Marige. Te falta una coma y creo que "nácar" es masculino.

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  6. Ahora resulta que en Valencia Escribe Dios es un Bombero jefe. Gran derroche de fantasía Marige.

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  7. Y crees estar poco inspirada? Me gustó mucho

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