martes, 6 de septiembre de 2011

EL ULTIMÁTUM

 
Leocadia recibió un ultimátum: o se presentaba el día 1 de septiembre en el Instituto de la Sierra o la echaban del cuerpo. Es lo que le faltaba, quedarse sin cuerpo, con lo que le había costado meterse dentro. Años y años de búsqueda de sí misma. De perderse y de volver a empezar. De caminos que se bifurcaban ante ella sin señal alguna. Hasta que lo consiguió: un cuerpo ya algo ajado de funcionaria del Estado con los nervios destrozados por el esfuerzo. No le quedaba más remedio que ceder. En el mes de encierro que soportó frente al mar se decía: tengo que ir, tengo que ir…, pero cómo, cómo podía salir de casa y llegar a un lugar aislado del mundo sin coche ni tren ni autobús alguno. El día 1 a las ocho de la mañana tenía todo el equipaje preparado: las conchas marinas que recogió un día en que consiguió salir del apartamento a las 6 de la mañana, el ordenador portátil, un par de mudas y el último libro que tenía entre manos: Tokio blues de Haruki Murakami, que pensaba leer tres veces seguidas porque la tenía trastocada. Al final se acordó de que el novio de su vecina tenía una ambulancia y no dudó en utilizar todas sus armas de mujer para arrebatárselo. En cuanto oyó el ni-no,ni-no de las doce de la mañana que anunciaba su llegada para irse juntos a la playa, se adelantó y fingiendo un desmayo se coló en la ambulancia; una vez dentro le dijo: o me llevas a la Sierra o le cuento a la Pepi el lío que te traes con la del 4º. Jacobo, asustado, llamó por el móvil a su novia y le dijo que había surgido una urgencia y que volvería por la tarde.

8 comentarios:

  1. Qué bueno Lucrecia, espero que en el final de tu historia Leocadia llegara sana y salva al Instituto de la Sierra y no perdiera su cuerpo de funcionaria.

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  2. Necesitamos saber el final de la historia de Leocadia, así que ya sabes...

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  3. Muy bueno Lucrecia, desde luego a tu Leocadia le pasa de todo, ahora que había, -por fin-, conseguido salir a la calle después de su encierro veraniego...

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  4. Buenísimo Lucrecia. Desde luego Leocadia ya es un personaje clásico en Valencia Escribe. En cuanto a lo que dice Malén yo voto por dejar la historia tal y como está. A veces las continuaciones... Además, ¿por qué nos empeñamos en cerrar tanto las historias cuando en realidad nuestras vidas están tan abiertas aún? Perdón, pensé en alto...

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  5. Gracias, amig@s por vuestros comentarios y bravo por Marco. Es que Leocadia es muy suya y solo escribe cuando quiere y lo que quiere, pero seguro que volvemos a tener noticias suyas.

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  6. Me gustó como Leocadia entra en la ambulancia, es toda una experta. Muy bueno Lucrecia

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  7. Es genial leer historias enlazadas.Yo si quiero saber más de Leocadia, es muy lista eh!.

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  8. Que buenooooo!!!! Reconoce que Banyeres es fuente de inspiración!!! (No hace falta que me contestes...)

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