domingo, 30 de junio de 2013

Sueño reparador



Se estremeció. No era consciente de que la madrugada entraba por la ventana abierta, y se arrebujó sola entre las sábanas de hilo con puntillas que su madre le había bordado. Se las llevó hasta la nariz. Le encantaba su tacto y su aroma, fresco y suave. La devolvía a las orillas de ese mar del que tan poco podía disfrutar. La espuma le curaba las heridas invisibles. Se sentía sirena y náufraga, pirata y aventurera capaz de cualquier hazaña. Sus sueños se poblaban de lances y grandes barcos de vela, mientras la ingravidez se adueñaba sin permiso de su cuerpo y las olas la acunaban. Todo era de color azul turquesa. Se iniciaba el verano.

jueves, 27 de junio de 2013

Borrando huellas


                                     
                 

Observó su rostro en el espejo. Con un algodón humedecido comenzó a retirar el maquillaje. Esta vez él no se había esmerado como en anteriores ocasiones y una mancha color púrpura decoraba su pómulo derecho. Se desabrochó el vestido cuidadosamente, las huellas de sus pesadas botas estaban impresas en la piel que cubría sus doloridas costillas y su espalda, en sus muslos…
En su afán por ser una buena esposa, le dijo que se relajara tomando un baño y que ella entraría a darle un masaje y así lo hizo. Provista de guantes a tal fin y aceites esenciales, se inclinó junto a él no sin antes tomar la precaución de rozar con el codo el pequeño reproductor de música que cayó a la bañera. Su cuerpo dio una sacudida y la música dejó de sonar.
Sonriendo esta vez, volvió a contemplar su rostro en el espejo…
  






lunes, 24 de junio de 2013

"Cualquier cosa puede suceder ..."



                               
                 "Cualquier cosa puede suceder en un mundo que contiene tanta belleza". 
                                                                                                      Christian  Schloe

Eran gemelas idénticas, a las que la ciencia denominaría años más tarde como monocigóticas. Sus progenitores solo pensaron que era la voluntad del todopoderoso y un capricho del cielo que debían aceptar. Dada su patente similitud las llamaron Blanca y Clara. Idénticas físicamente y  de carácter bondadoso ambas, las confundían continuamente. El día en que se enamoraron del mismo joven las confusas fueron ellas; comprendieron que no solo tenían iguales genes sino también el mismo "ars amandi". Juntas quisieron siempre a las mismas personas, compartiendo sentimientos, arrebatos y pasiones como buenas y comprensivas hermanas.

martes, 18 de junio de 2013

DICEN

            Dicen que lleva mucho tiempo sin pasar por Valencia, casi tanto que es posible que haya olvidado el camino. Dicen que apenas escribe, y que cuando lo hace no puede parar de hablar de todo lo que hay bajo su piel, como si fuera incapaz de aventurarse a conocer algo situado más allá de sus párpados. Dicen, por tanto, que comete todos y cada uno de los errores atribuibles a la juventud: exceso del yo o cierta tendencia al nudismo emocional. Dicen, sin embargo, que una niña movió ciertos ejes, resortes y parámetros de su vida; no podía ser de otra manera. Dicen que heredó de su padre algunos buenos libros y la lealtad a los viejos amigos. Dicen que se enamoró de un verso de Martínez Mesanza que reza así: “Yo he visto el túmulo de un dios en Creta: creedme, su tamaño era el de un hombre.” Dicen que, a veces, sueña que vive con su familia en un rancho de Montana y que es mormón y que ve atardecer sentado en una mecedora y que fuma en pipa. Y, finalmente, algunos incluso llegan a decir que gusta de escribir crónicas de combates de boxeo mientras toma un baño. Esto último es, lógicamente, una mera habladuría.