domingo, 10 de abril de 2011

1ª SEMANA DE ABRIL. RELATOS INSPIRADOS EN ESTA FOTOGRAFÍA.


# VIAJE AL TULUM DE FELLINI (interludio de LA HIUDA)...
# ROSMAND HOUSE. Jose Luis Prieto
# ROSMAND HOUSE II. Juana la Cuerda.
# Ana Maria Vilchez C
# LA MALETA DE LOS SUEÑOS. Marco Antonio Torres Mazó...
# "Y VUELTA A EMPEZAR" De Lara Hernández Abellá...
# NACIMIENTO de Juana La Cuerda,
# Wisquensin Oregon EL ERRANTE
# Maria Gertrudis Torres Mazón, "MI ÚLTIMO VIAJE"
# Yolanda Nava Miguélez, LA MUDANZA
# LA HUIDA. Novelita por entregas.
EL SECRETO DE LA MALETA de Josefina Fernandez Fern...

viernes, 8 de abril de 2011

VIAJE AL TULUM DE FELLINI (interludio de LA HIUDA) Eufrasio Saluditero.

“...Bienvenida, querida. No tengas miedo. Este es un viaje como otro cualquiera. Nos alegra tanto que hayas traído una linterna. Enfócala sobre ese baúl. ¡Sí!, sobre el más grande.”
En el lienzo empezaron a dibujarse sombras que se convirtieron en imágenes proyectadas y la bodega se llenó de gente salida de otras maletas, unas llenas de ropa, otras de instrumentos musicales, algunas de bolsitas de azúcar en polvo (¿azúcar en una maleta de viaje?, que rayada está la gente) y las nuevas de polipropileno (o cómo demonios se diga) El ruido de los rotores del avión se diluyó para trasformarse en una agradable melodía (http://www.youtube.com/watch?v=nWqC6kRCLjI / http://www.youtube.com/watch?v=us3Kgy52XAg / http://www.youtube.com/watch?v=wJkJ5td0Jgo) que dió entrada a un batallón de ciclistas-anarquistas-futuristas portando sobre sus manillares maletas preñadas; pedaleando a toda velocidad, atropellando inmisericordes pasos de cebra, y dejando las maletas abandonadas por los rincones de la ciudad de México para que mujeres normales, sin pretensiones, las encontrasen por casualidad; lanzando al cielo ráfagas de “parole in libertà” que abatían a una errante serpiente zigzagueante del desierto mientras de la maleta que arrastraba con una cuerda brotaba un cactus de extremidades desmembradas que, abrazando el cuerpo de una joven, titilaba por un cartel luminoso que tenía en la copa en el que apenas alcanzaba a leer: “Cal·...·apitá·...”  (algunas letras se habían fundido) balbuceó mientras describía pantágonos regulares sobre sus patines un antiguo conductor de autobuses, recluido en el frenopático, tras sufrir un atentado de un marido celoso, por asegurar que veía fantasmas. Su caída sonó como un patinazo... como la sacudida de las ruedas del avión sobre la pista de aterrizaje. El párpado del ojo cerrado se percató de la luz que se colaba por los portones del tren de aterrizaje. Mientras la inercia del frenado de la aeronave aumentaba su cuerpo fue retomando la postura del caracol. Ahora, ¡silencio Rosana!, pensó.
“...Oiga patrón, ¿dónde aparcamos las valijas de los guachupines? – Órale chavo, no seas fresa. Hay como veas... deja un chingo ahí mismito y ya nos regresaremos de puro padre después... menos esa de serrajo y esparto que será de algún chilango.” ( http://www.youtube.com/watch?v=mML2fPec7xU )

jueves, 7 de abril de 2011

Ana Maria Vilchez C

"Estaba Lucía paseando en una tarde donde se sentía sola, ensimismada en sus pensamientos, en cosas inimaginables…
¡De repente! Tropezó con algo que de broma no se fue de bruces, volteo para ver que era. Y se sorprendió al ver unas piernas que salían de una maleta, se aterrorizo al ver unas piernas de mujer en una maleta incrustada en la pared.
Su curiosidad fue tal, que se paro a ver si podía sacar la maleta, le dio, dio y nada.
Pensó en sus películas cuando era niña donde habían pasajes secretos. Siguió insistiendo en la pared hasta que puff! Se abrió la pared y la maleta. Sale una chica que le dice: Te esperaba.
Lucía perturbada por lo que pasaba, no decía nada.
Y la chica le dijo: Sabía que me encontrarías.
Yo estoy acá para responder tus preguntas.
¿Cuáles preguntas? Dijo Lucía.
Se que estas buscando algo mas allá de lo visible, por eso me encontraste.
Vengo a traerte un mensaje de los sabios: son seres superiores de espíritu que existen de este lado. Ellos quieren que sus ideas y mensajes las siembres como semillas y riegues en tu mundo.
Sus mensajes son:
El amor es la respuesta a todo.
El alma no tiene raza, no tiene religión,
Solo conoce el amor y la compasión.
Todos somos seres divinos.
Hace miles de años que lo sabemos
Pero nos hemos olvidado, y para volver a casa tenemos que recordar el camino.
La chica le dijo a Lucía:
Ve y recuerda:
Que el amor es la fuerza esenciadle la vida y su poder curativo y creador.
Desarrolla y siembra ese poder. Esa es tu misión
De repente Lucía estaba sola frente a la pared y no había nada."

LA MALETA DE LOS SUEÑOS. Marco Antonio Torres Mazón


            LA MALETA DE LOS SUEÑOS
            "Mi psicoanalista me advirtió que no saliera contigo, pero eras tan guapa que cambié de psicoanalista".
Woody Allen

-         Creo que me estoy obsesionando con esa mujer.

Mi psicólogo no dice nada. Ni siquiera me mira. Toma notas en un pequeño cuaderno (creí que eso ya no se hacía: los ordenadores se inventaron para algo...) y ni siquiera parpadea. ¿Será un robot? ¿Le estoy pagando este dineral a una máquina sin sentimientos?

-         Prosiga, por favor.

Está bien, seguiré, pero creo que esto no está funcionando.

-         Anoche volví a soñar con ella.
-         ¿Fue como el de la semana pasada?
-         No. Bueno, no exactamente... La esencia del sueño era la misma. Me encontraba en un descampado, a las afueras de la ciudad.
-         ¿Cómo puede saber que era “a las afueras de la ciudad”?
-         Bueno, en realidad no lo sé. ¿Es eso importante?
-         No.
-         ( ¿Y para qué preguntas entonces?). Vale, sigo. Voy andando por un descampado, a las afueras de cualquier ciudad de este mundo al que llamamos Tierra (miro al estúpido de mi psicólogo y veo que no hace el menor ademán de mirarme. ¿Las máquinas son capaces de captar la ironía?) y, junto a un muro derruido, veo una vieja maleta. Quedo completamente paralizado, como hechizado ante semejante descubrimiento. Puede que pasen unos minutos, no estoy seguro. Imagino que ya sabe que en los sueños no hay realmente conciencia temporal. Pues bien, ahí estoy yo, en un descampado a las afueras de una ciudad cualquiera, frente a una vieja maleta. Entonces, de repente, la maleta comienza a abrirse. Está claro que hay algo, o alguien más bien, dentro. Efectivamente, de la maleta, como por arte de magia, surge ella, mi adorada amada cuyo nombre desconozco, completamente desnuda.
-         ¿Y?
-         Y nada más. Me despierto agitado y confuso, pero también algo esperanzado...
-         ¿Esperanzado? Vaya, es usted bastante optimista. Olvida  un dato importante: la mujer  de la que  supuestamente está enamorado no existe más que  en sus sueños. Es una representación de sus más profundos deseos, nada más. En fin, nuestro tiempo se acaba. Vuelva la semana que  viene.

Al salir de la consulta, una vez en la calle, enciendo un cigarrillo. La tarde se derrama como la espuma de cerveza a lo largo de la ciudad. Definitivamente, pienso mientras  dibujo una sonrisa, este psicólogo es idiota. Mientras camino en dirección a casa recuerdo que  aún me queda una botella de vino sin descorchar. Puede  que  esta noche ella vuelva a visitarme. Puede que esta noche  ella vuelva a salir de una vieja maleta, o del cajón donde guardo los calcetines, eso no importa. El caso es que  aparecerá, estoy seguro. Y cuando aparezca allí estaré yo, con una copa de vino, dispuesto a decirle que  es la mujer de mi vida y no de mis sueños.